Cantando bajo la lluvia

Ha llegado la lluvia, incluso aquí!! se que mucha gente la detesta pero a mí me encanta.
Me gusta pasear bajo la lluvia ( con un buen paraguas eso sí) me gusta verla a través de la ventana, escuchar como tintinea en los cristales, sólo hay una ocasión en la que no me gusta que llueva y es si tengo que conducir y ya ha oscurecido.
Para animar la entrada de hoy es casi obligado este tema que dio título a la película del mismo nombre y que creo que  le va que ni pintado, es la versión original, interpretada por Gene Kelly y con el sonido de la lluvia incorporado, aunque la lluvia fuera falsa.

Me gusta muchísimo el cine de los años 40 y 50, sus bandas sonoras, la manera de interpretar, las tramas normalmente muy sencillas pero que durante un rato hacían olvidar  las penas, los desamores, o la tristeza de una guerra o una posguerra.
La historia de esta película es la historia de una canción compuesta por Arthur Freed que siempre quiso hacer una película con ella y no paró hasta conseguirlo.
El día que se grabó la famosa escena en la que Gene Kelly canta y baila bajo la lluvia, el pobre hombre tenía 40 de fiebre y sus pasos de claqué eran tan poco fuertes por lo débil que se sentía que tuvieron que poner a bailar a su lado sin que salieran en el plano a dos bailarinas para que los pasos sonaran, lo que no entiendo es porqué no grabaron otro día...misterios del séptimo arte.
Ese día tal vez le hubiera venido bien tener una gabardina como la mía, una trinchera.

Lo digo porque inventada ya estaba cuando se rodó la película, para ser exactos desde 1880, mira, como el turrón :)
En esa fecha Thomas Burberry  inventa una tela impermeable y resistente que años más tarde, concretamente en 1914  es adaptada al diseño de los uniformes militares de los soldados del ejército británico , ese uso militar fue el causante de que a esta prenda se le llame  trench coat o abrigo de trinchera, que abreviando es lo que conocemos como trinchera.

La gabardina obtuvo mucha popularidad dando el salto de las trincheras a la calle gracias al cine,  todos recordamos a Bogart en Casablanca con su gabardina y su sombrero, a pesar de que en toda la película  solo la llevó puesta dos veces

y seguro que tampoco olvidamos a Audrey Hepburn con ella puesta mientras se besaba apasionadamente con George Peppard en la escena final de Desayuno con diamantes.

Un característico color entre beige y gris es el el tono de la gabardina por excelencia, de hecho hay quien a ese color le llama "color gabardina" , aunque ahora las podemos encontrar en multitud de colores.

Lo que hoy nos parecen  adornos, no lo eran en su momento sino que tenían un propósito,  por ejemplo, las tiras de los hombros servían para que los oficiales colocaran allí sus galones

y la tiras con hebilla de los puños se hicieron para poder ceñirlas y que el agua no mojara los uniformes

Y la doble botonadura y el cinturón  servían para poder mantenerla bien cerrada impidiendo así que el agua penetrase y la humedad calase a los soldados.

La "capelina" trasera fue pensada para que el agua resbalase hacia afuera y mojase aún menos el resto de la prenda, aunque su tejido encerado era lo que le confería la impermeabilidad y el forro era desmontable para ponerlo en caso de bajas temperaturas y convertir en abrigo la gabardina que al fin y al cabo era un impermeable.

Desde hace años procuro tener una trinchera en el armario, me duran muchísimo porque no pasan de moda, aunque en los últimos años he visto modelos con diseños menos clásicos , mangas farol etc, muy bonitas pero que pienso que se verán desfasadas mucho antes, aún así hace una temporada caí en la tentación de una muy mona, ya os la enseñaré otro día.
Con unos jeans y una simple camisa completé mi conjunto para la lluvia, que por cierto no duro demasiado e incluso permitió que saliera el sol un rato.
Besos

Gabardina Zara old
Jeans Zaraold
Camisa Zara old
Botines Tienda local de Manresa
Paraguas Mercadillo
Bolso Cats