Espejo espejito, quien es el más bonito???

El espejo protagonista de esta entrada pertenecía al primer dormitorio de mis padres, iba directo al contenedor pero se cruzó conmigo por el camino y  yo no podía consentirlo. Sufrió una transformación inspirada en la ciudad del amor y de la luz, París, y pensando en esta maravillosa ciudad que mejor tema  para acompañarnos hoy que este de Yves Montad.  "Sous le ciel de Paris" y que pertenece a la banda sonora de la película del mismo nombre

 

Es de poliester, no se si conocéis ese material, las de mi quinta seguro que si porque lo tenían muchas de las casas de nuestras madres o de las madres de nuestras amigas,  las más jóvenes tal vez lo habéis visto en casa de vuestras abuelas.
Es un material muy brillante que por debajo deja ver la veta de la madera pero no es madera sino un chapado.

No es por tanto una pieza buena que fuera susceptible de dejar la madera vista, asi que el siguiente paso fue pensar en la transformación.
Un viaje a París me sirvió de inspiración, aquellos ventanales de los tejados parisinos me enamoraron desde la primera vez que los vi y fue una manera de traerlos a mi casa.

Empecé comprando unas maderas para hacer los cuarterones, en cualquier centro de bricolaje las hay, y el siguiente paso fue dar imprimación  para que agarre la pintura, yo di una que suelo usar bastante y que sirve para todo, hay otra parecida en Leroy Merlín que se llama Imprimación Todoterreno

Coloqué las maderas hasta decidir su ubicación final y las pegué, después imprimación como al resto del espejo

En las cuatro esquinas pegué unas molduras que se pueden encontrar en los centros de bricolaje o en tiendas de manualidades y el siguiente paso fue pintar en blanco

Una vez pintado de blanco lo envejecí con una pátina de cera Alex de la de dar al suelo mezclada con betún de judea, se pone  sobre la pieza con una brocha , se deja secar un minuto y se quita con un trapito. Para hacer la pátina hay que poner una parte de betún por tres de cera y al baño maría como si fueramos a cocinar, removemos y vamos mezclando,en cuanto mezcle sacamos para una latita.

Un copete pintado igual y colocado en la parte superior fue el punto final de la restauración ,el  resultado un espejo con un toque parisino tal como lo había imaginado que adorna nuestra entrada y que estos días sirve de marco  para este detalle Navideño  que regalaba este mes  una revista de decoración y que ya he colocado sobre la balda que acompaña el espejo.