Horma de zapatero restaurada

Si hay algo que me gusta son las cosas antigüas,  recorrer los mercadillos llenos de trastos, las almonedas y las casas de anticuarios.
No suelo buscar nada concreto, sólo miro, y de vez en cuando encuentro algún tesoro.
Eso me pasó con esta horma de zapatero, la encontré en un mercadillo mezclada con trastos de todo tipo, daba pena verla, sucia y llena de carcoma.
Hacía tiempo que quería hacerme con una , las había visto restauradas en alguna almoneda pero costaban 30 euros o más así que nunca las compraba, así que cuando vi esta por 5 euros ni me lo pensé.
Me la llevé a casa más contenta que unas castañuelas, y como tenía tantos agujeros lo primero que hice fue meterla en una bolsa hermética y al congelador, en piezas pequeñas es una buena opción para matar los bichitos si están vivos, aunque yo creo que esta horma es tan antigua que ya no tenía ninguno, no obstante mejor asegurarse.
Se quedó allí una semana , y el siguiente paso fue lijarla incluyendo la bisagra, creo que no tenía barniz solo era porquería acumulada pero se le fue toda.
Seguidamente la teñí con tinte color embero  y después una buena mano de barniz mate al agua, probé con cera pero no me gustaba el acabado.
Ahora adorna mi dormitorio, es un adorno diferente que no se encuentra en cualquier tienda y eso la convierte en un detalle muy especial.
Así que ya sabéis, aunque algo esté viejo y feo siempre puede tener una nueva vida.